lunes, 17 de septiembre de 2012

Ocho vasos de agua al día impiden que la piel se reseque

La importancia de hidratar la piel en épocas de mucho sol | GDA / El Comercio / Ecuador



La importancia de hidratar la piel en épocas de mucho sol | GDA / El Comercio / Ecuador
Una dermatóloga explica que el cuidado de la piel y los labios no solo responde a fines cosméticos
El clima soleado y seco no solo obliga a sus habitantes a cambiar su vestimenta y elegir prendas menos abrigadas. Los efectos del cambio de temperatura también se notan en la piel. Rostro y labios secos son las principales consecuencias en esta época del año.
La dermatóloga Estefanía Riera recomienda cuidar la piel e hidratarla todo el año e intensificar este cuidado incluso antes de que comience el clima seco. Es necesario que el cuidado de la piel no solo responda a fines cosméticos sino recordar que es un órgano que también requiere cuidados. Para evitar que se presenten estos incómodos síntomas, hay formas sencillas y otras más complicadas para mantener una piel y labios más hidratados.
El agua es fundamental: tomar entre seis y ocho vasos de agua diarios hará que esté debidamente hidratado. Cuando esto sucede, la piel se lubrica sola desde dentro y no se va a resecar.
Si toma suficiente agua es menos probable que los labios también se resequen, pero si esto ocurre es necesario llevar siempre en el bolsillo un bálsamo labial, mejor aún si tiene protección solar. Un bloqueador solar también es necesario para la piel. El sol, además de la sequedad del ambiente, reseca la piel dejando una superficie áspera.
La crema con protección solar no solo rehidrata la epidermis sino que también evita que se queme. Las cremas y lociones, también las que no tienen protección solar, son necesarias porque crean una barrera en la piel que impide que se reseque. Prefiera las lociones que contienen manteca de karité y petrolato y aplíquelas inmediatamente tras la ducha o el baño, cuando la piel aún está húmeda. En esta época del año evite duchas largas de agua caliente.
El vapor y el calor pueden sacar la humedad de la piel y causan más resequedad. Prefiera las duchas tibias y de menor duración. En el baño, asimismo, evite los jabones que contengan demasiados conservantes o fragancias porque pueden irritar la piel. Elija los que tienen glicerina que atrapan la humedad y la mantienen.
Cuando se lave el rostro, no lo seque con toalla y deje que se seque naturalmente con el aire, así se absorbe mejor el agua.

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