México, DF. Los altos niveles de contaminación en el agua que se consume en el centro y norte de la República Mexicana han llamado la atención de los científicos del país. Médicos e investigadores creen que ahí está la causa de un mal que ha crecido entre la población infantil en los últimos años y que puede provocar la muerte: la insuficiencia renal crónica.
Este padecimiento entre los niños mexicanos de 6 a 12 años de edad ha rebasado el promedio a nivel nacional e internacional. Algunas estimaciones dicen que la prevalencia de la insuficiencia renal crónica en niños es de hasta 700 casos por millón de habitantes, cuando la media nacional y mundial es de 70 casos por millón, asegura la doctora Laura Arreola, jefa del Departamento de Biociencias en Ingeniería del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Y esas son sólo estimaciones, ya que en México se carecen de cifras precisas sobre la enfermedad, dado que no existe un reporte epidemiológico en cada estado. Lo que se sabe es que en entidades como Aguascalientes, Estado de México, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Sonora y San Luis Potosí hay casos notorios de insuficiencia renal en niños que acuden a los servicios de salud cuando su mal está en etapa avanzada.
Es en esas entidades donde el agua del subsuelo tiene elevados niveles de metales pesados y fluoruros que pueden alterar el funcionamiento de los riñones, explica Olivier Christophe Barbier, investigador del Departamento de Toxicología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav).
La atención de los niños con problemas renales se complica puesto que únicamente hay 590 nefrólogos en todo el país para una población de 120 millones de habitantes. De ellos, sólo un centenar son pediatras nefrólogos, dice Isidro Franco, médico del Hospital Infantil de México Federico Gómez e integrante de la Fundación Mexicana del Riñón.
El riñón es un órgano vital a través del cual se filtran los tóxicos que ingresan al organismo. Su mal funcionamiento puede llegar a generar una intoxicación en el cuerpo que alterará otros órganos como el corazón. De no ser atendida puede ocasionar la muerte.
La insuficiencia renal se detecta a través de exámenes generales de orina. Si resultan altos los niveles de tóxicos (creatinina y urea) se puede diagnosticar que la función renal ha disminuido. El médico Isidro Franco explica que, en adultos, la insuficiencia renal es ocasionada por enfermedades adquiridas como la diabetes y sus complicaciones. En niños, las causas están asociadas a malformaciones congénitas y en segundo término a las llamadas glomerulopatías como el lupus y otras enfermedades inmunológicas. Pero en 42.9% de los casos, el origen de la insuficiencia renal se desconoce. Indica que según los datos disponibles, la insuficiencia renal es la séptima causa de enfermedad en niños de entre 5 y 14 años de edad, y la doceava en niños de entre uno y cuatro años.
"En el Hospital Infantil de México atendemos entre 100 y 150 pacientes al año con insuficiencia renal avanzada. Es una incidencia muy alta. Pero además, hacemos de 25 a 35 trasplantes de riñón al año, lo que también es mucho por lo costoso que resulta", comenta el especialista.
Cuando la insuficiencia renal se detecta en etapas tardías, agrega Franco, los únicos tratamientos disponibles son la diálisis, la hemodiálisis y el trasplante, procedimientos que no están disponibles para todos los pacientes y que son costosos para el sistema de salud.
Los médicos Mara Medeiros y Ricardo Muñoz Arizpe agregan cifras sobre la incidencia de este mal en el país. En su artículo Enfermedad renal en niños. Un problema de salud pública, difundido en el boletín médico del Hospital Infantil de México, destacan que "en nuestro país no contamos con un registro único de enfermedades renales, por lo que se desconoce la verdadera prevalencia... (pero) tomando en consideración que la proporción de niños con enfermedad renal crónica en países desarrollados es de aproximadamente 20% a 25%, se puede deducir que existen en nuestro país de 3 mil a 6 mil niños con este problema".
Coinciden con el doctor Franco en el sentido de que el tratamiento "depende de la posibilidad de acceder a algún sistema de seguridad social que cubra el alto costo del mismo". En los adultos, especifican, uno de cada cuatro tiene acceso a un tratamiento y "en los niños la situación debe ser muy similar".
Estos expertos citan un estudio hecho en un hospital pediátrico de Guadalajara, donde el año pasado se detectó un incremento en las enfermedades nefrológicas, y aunque las causas "no se conocen muy bien", establecen entre las razones el aumento del sobrepeso y la obesidad infantiles, pero también la contaminación ambiental, la urbanización, la sobrepoblación y la mala higiene.
La investigadora Laura Arreola, del Centro Interdisciplinario de Investigaciones sobre el Medio Ambiente y Desarrollo del IPN, asegura que en algunas entidades del norte y centro del país el agua presenta una alta concentración de sales y otras sustancias dañinas para el organismo.
"En el país hay distintos niveles de contaminación del agua y ésta puede contener metales pesados, metaloides y fluoruros como el cromo, plomo y arsénico", indica en entrevista.
La maestra en Ciencias considera que la población más afectada por la ingesta de agua contaminada son los niños pues, además de desarrollar insuficiencia renal, pueden presentar algunos tipos de cáncer como el de vejiga y el de piel.
El investigador del Departamento de Toxicología del Cinvestav, Olivier Christophe Barbier, apoya esta tesis y reitera que la exposición a contaminantes ambientales que están presentes en el aire y en el agua aumentan el riesgo de dañar la función renal.
"La Organización Mundial de la Salud estimó, en 2008, que entre 25% y 30% de las enfermedades tienen como causa la contaminación ambiental, y desde 2002 el UNICEF (Fondo de Naciones Unidas para la Infancia) calculó que 5 millones de niños mueren cada año por la misma razón", comenta en entrevista el médico de origen francés.
Esto obedece, detalla, a que en los años 70 se conocían 65 mil agentes tóxicos en el ambiente y ahora hay medio millón de sustancias dañinas para la salud a las que estamos expuestas todo el tiempo.
Explica que una elevada y prolongada exposición directa o indirecta al arsénico, por ejemplo, puede generar diabetes; el flúor, síndrome metabólico, y los metales pesados hipertensión. Indica que la presencia de éstos en el agua que se distribuye en el centro y el norte del país es más notoria debido a la sobreexplotación del agua del subsuelo, pues mientras más profunda sea la excavación para obtenerla, es mayor la presencia de minerales.
Los académicos coinciden en que la principal solución ante la contaminación está en manos de las autoridades gubernamentales para que proporcionen una mejor calidad del agua.
"Las personas a veces piensan que con hervir el agua es suficiente, pero al hacer eso concentran aún más los niveles de metales, entonces no es muy recomendable; se pueden comprar filtros, pero por lo regular las zonas más pobres son las que tienen la peor calidad del agua y es claro que esta población no va a tener dinero para adquirir un equipo que limpie el agua en su hogar. La principal medida, aunque es costosa y requiere de voluntad, es invertir en mejores sistemas de limpieza de agua subterránea", dice el experto Olivier Christophe Barbier.
Los médicos consultados consideran que para detectar de manera oportuna la insuficiencia renal se deben hacer exámenes generales de orina a los niños en preescolar y primaria, así como a los niños que nacen con malformaciones congénitas o que son obesos. "Esta medida ha dado muy buenos resultados en Japón", aseguran los especialistas Mara Medeiros y Ricardo Muñoz.