Oaxaca, México.- Las enfermedades gastrointestinales son atribuidas, en su mayoría, al consumo de agua contaminada, ante este panorama los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) implementaron la estrategia “Agua limpia y segura”, instalando a la fecha 29 bebederos en escuelas de nivel básico para contrarrestar estas complicaciones.
En beneficio de siete mil 680 infantes de preescolar y primaria, también se han colocado 58 dispensadores de gel antibacterial, con el propósito de disminuir considerablemente el porcentaje de padecimientos como diarreas, amibiasis, hepatitis y sobrepeso.
Y es que Oaxaca ocupa el lugar número seis en la tabla nacional por incidencia de enfermedades gastrointestinales, con un reporte de 232 mil dos casos al corte de la semana epidemiológica número 47, 04 de diciembre, de ellos 114 mil 306 pacientes son niños de cero a 14 años de edad.
En entrevista, el titular de los SSO, Germán Tenorio Vasconcelos, destacó que dicho proyecto también busca combatir las enfermedades crónico-degenerativas desde la niñez, a través del consumo de agua limpia y natural, que además aumenta la energía y capacidad para la actividad física, libera toxinas del cuerpo y mejora la digestión.
Detalló que estas enfermedades, con grandes costos para la salud pública, han sido originadas por los alimentos chatarra, que por su alto contenido de carbohidratos con pocos nutrientes, afectan a los educandos, sin dejar de lado los daños ocasionados por las bebidas endulcoloradas y el sedentarismo.
Informó que este proyecto se realiza de la mano con la inversión de autoridades municipales y los SSO, por lo que se busca la participación de los tres niveles de gobierno a fin de cubrir todas las escuelas públicas de la entidad, ya que los beneficios no solo se reflejan en la salud, sino en el rendimiento educativo de los infantes y la economía familiar.
Detalló que la dirección de Regulación y Fomento Sanitario realiza la verificación de la calidad del agua que se suministra a través de los bebederos, sea potable y clorada a fin de garantizar la seguridad en los infantes, al consumir el vital líquido.
Cabe destacar que directivos de los centros educativos han visto con acierto dicha estrategia, ya que además de los beneficios antes mencionados por el consumo del agua, ésta también regula la temperatura y acidez en el cuerpo, limpia, regenera y fortalece las células de la piel, mejora el estado de ánimo dando mayor rendimiento a cualquier actividad física.