miércoles, 28 de agosto de 2013

El agua debe ser la bebida principal en verano

25.08.13 - 00:12 - 

Consumir productos de temporada y contenerse ante el bufet del hotel son algunos de los consejos alimenticios en vacaciones.

                                                    La nutricionista Garbiñe Aizpuru disfruta de sus vacaciones en Zarautz. 
                                                                                               :: MICHELENA


Los desórdenes alimenticios en verano aumentan en la misma proporción de las vacaciones que disfrutamos. Más comidas, más cenas, más excesos en el plato y más consumo de alimentos que habitualmente están fuera de cualquier dieta recomendada. Cosas de las vacaciones. Sin embargo, la recomendación general para lo que queda de estío es comer como siempre, cenar menos y consumir sobre todo productos de temporada, tanto legumbres, como verduras, pescados y frutas. Y de vez en cuando, una cañita o un helado. «Hay que autocontrolarse» propone la nutricionista donostiarra Garbiñe Aizpuru, que acaba de publicar, junto a otras dos compañeras, el libro 'La nevera de los solteros sanos' (Editorial Actualia).
- Recomiéndenos unos consejos dietéticos y nutricionales para quienes están de vacaciones y no pueden controlarse como en el resto del año.
- Tendríamos que subrayar que, por mucho que sea verano, las necesidad energéticas de la persona no varían. Cambiarían las necesidades de hidratación. Por el calor, hay que beber más agua. Otra cosa es que estemos de vacaciones, tengamos menos ganas de cocinar o estemos fuera de casa. Lo que cambia es el ritmo y los horarios, pero no las necesidades. Tendríamos que intentar seguir con una dieta saludable igual que la del resto del año. Eso es lo más complicado. Habría que vigilar mucho el consumo de alimentos ocasionales, como las carnes rojas, las grasas y los embutidos, además de los dulces, los helados, porque en vacaciones pueden tender a ser un consumo diario. Además hay que evitar coger peso porque no tiene sentido. Son kilos que luego cuesta mucho quitarlos.
- Demasiado autocontrol en vacaciones...
- Es importante pensar en que hay que seguir cumpliendo las recomendaciones de la alimentación saludable, la de la pirámide, y consumir frutas, verduras, legumbres, cereales... No un puchero de legumbres como en invierno, que entra genial, pero sí en ensalada, por ejemplo. Y no olvidarnos de la actividad física durante las vacaciones. Recomendable sobre todo para quienes no tienen tiempo el resto del año para que hagan ejercicio moderado. Se trata de no seguir sumando peso durante este período de descanso veraniego. Moverse un poquito, sobre todo si comemos un poco más.
- ¿Qué productos habría que evitar en las comidas de verano?
- Más que productos, si comemos en restaurantes en vacaciones intentaría evitar las comidas grasas: salsas, frituras... No pedir siempre de guarnición patatas fritas. Tender más a ensaladas, espárragos, cosas ligeras. Y con los postres, cuidado. Un yogur o una fruta estaría bien. Pero un pastel o un helado todos los días no. No es hablar de alimentos, sino de hábitos.
- Se recomienda consumir preferentemente alimentos y productos estacionales ¿no?
- Claro. Ahora es el momento del tomate, el calabacín, el pepino. Tomar el gazpacho, bien fresquito, disponible y sabroso en verano.
- Muy oportunos para la dieta.
- Y para la hidratación por la mayor necesidad de agua. El consumo de verduras es fundamental. Vainas, porru-patata... Más frescos y más en crudo.
- ¿Tenemos tendencia a comer más platos que suelen estar prohibidos en la alimentación sana?
- En la consulta veo que es la hora del desorden. Cambios de horarios y la despreocupación de los menús. En la comida, si abusamos mucho, no nos va a hacer sentirnos bien. No pasa nada si es una celebración, pero no durante todo el mes o en el período de vacaciones. Se me ocurre el bufet de un hotel. No hay que abusar y catar de todos los platos. Al final terminamos hinchados y con mala sensación.
- ¿Lo recomendable sería seleccionar en ese bufet?
- Sí, claro. No debemos servirnos tres primeros, tres segundos y todos los postres 'para probar'... Surge la ansiedad y seguro que vamos a comer de más. Hay que tener autocontrol.
- Recomiéndenos un menú-tipo para comer y para cenar.
- En uno de verano, una ensalada mixta y una paella de segundo. No hace falta que el segundo sea un escalope con patatas fritas. De postre, un trozo de melón, que es fresquito y entra bien. Para la noche, así a botepronto, pisto con huevo y un yogur. Y sobre todo, beber agua, la bebida principal para el verano. Aunque no pasa nada si nos tomamos en una terracita una caña o una noche nos deleitamos con un helado.

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