lunes, 13 de enero de 2014

“Las plantas de tratamiento de aguas son una falsa solución ambiental”



Tras la llegada de la emblemática embarcación de Greenpeace, el Rainbow Warrior, a México para recorrer el Pacífico, el Caribe y el Golfo, la organización ambientalista presentará el estudio 'Ríos tóxicos: Lerma y Atoyac. La historia de negligencia continúa'.

Puerto Vallarta, Jalisco.- En la cuenca alta del río Atoyac, en Puebla, el agua es azul. Decirlo así no es ninguna licencia poética. Un tramo del cauce está teñido de azul añil, como un pantalón de mezcilla.
Por otra parte, en el Río Lerma, concretamente en la cuenca alta, situada en el Estado de México, se pretende que una planta de tratamiento de aguas residuales sirva a 500 empresas de la zona, cuando apenas puede procesar un tercio de toda el agua que las mismas usan en un año. Los dos tercios restantes quedan contaminados con metales que causan enfermedades pulmonares, fallas renales e hipertensión.
Los dos ejemplos anteriores muestran lo que Greenpeace (@greenpeacemx) llama  la “permisividad” de los tres niveles de gobierno, y la falta de cumplimiento a las normas que regulan el vertido  de químicos.
Este sábado 10 de enero, en Puerto Vallarta, la organización ambientalista presentó el estudioRíos tóxicos: Lerma y Atoyac. La historia de negligencia continúa. Un documento quedemuestra la presencia de metales pesados en el agua, causantes de enfermedades renales, pulmonares, hipertensión, daños en el sistema nervioso, cáncer y otras enfermedades.
Ríos Tóxicos también plantea que las plantas de tratamiento de aguas residuales que se encuentran en ambas cuencas contribuyen muy poco a solucionar los vertidos tóxicos.
El informe, dice la organización internacional, “muestra la falta de cumplimiento de las normas de descarga, la nula inspección, supervisión y sanción para las industrias (…) y los graves problemas de salud para cientos de comunidades”.
El documento se presentó después de que el emblemático barco de la organización, el Rainbow Warrior, atracara en Puerto Vallarta, a donde llegó procedente de Mazatlán. El Rainbow Warrior llegó a Sinaloa el 7 de enero para recorrer el Pacífico, el Caribe y el Golfo, en una campaña de denuncia que prolongará hasta el 22 de febrero.

Fuente: http://www.animalpolitico.com

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