El gobierno capitalino tiene listo el Plan de Agua para el Futuro de la Ciudad de México, con metas para 2018, pero con una visión transexenal a 25 años.
Ciudad de México
Con el Plan Agua para el Futuro de la Ciudad de México, el gobierno capitalino se impuso el desafío de garantizar, para 2018, el suministro de agua potable a los más de 2.38 millones de hogares en el Distrito Federal, habitados por más de 8.85 millones de personas, según cifras del Inegi de 2010.
Prevé además un programa integral transexenal a 25 años, con el apoyo de un paquete legislativo que el Ejecutivo local propondrá la semana próxima a la Asamblea Legislativa, dirigido a consolidar una cultura de cuidado y mejor aprovechamiento del agua.
El plan prevé la perforación de pozos profundos, construcción y rehabilitación de potabilizadoras, aumento de la presión para que el líquido llegue a los tinacos, cambio y rehabilitación de tuberías para agua potable y de drenaje.
Con esas acciones y una inversión de casi 10 mil millones de pesos al término de la administración de Miguel Ángel Mancera, en 2018, se pretende acercarse a la solución del añejo problema de abastecimiento de agua potable para el DF, en particular, y para el Valle de México, en general.
El director general del Sistema de Aguas de la Ciudad de México, Ramón Aguirre Díaz, tiene claro que desde 1982, cuando se inauguró la primera etapa del Sistema Cutzamala, ninguna acción importante se ha hecho para abastecer de agua a esta capital.
La actual problemática se refleja en que 18 por ciento de la población del DF no recibe agua potable diariamente, es decir, una cifra cercana a un millón de personas, pese a que 82 por ciento sí tiene ese recurso cada día.
Entre las principales causas de esa insuficiencia destaca la fuga en tuberías de hasta 41 por ciento del agua potable.
Se relacionan con ello los hundimientos diferenciales de la ciudad, que hacen que los tubos que fueron diseñados con pendiente, ya han perdido ésta y no funcionan de igual manera.
Se vuelven prácticamente fosas sépticas, plantea Ramón Aguirre Díaz.
Entre los objetivos del gobierno capitalino en el Plan Agua para el Futuro de la Ciudad de México, que anunció Mancera el pasado 24 de marzo, está la recuperación de agua potable perdida y la posibilidad de llevar el líquido a los lugares donde falta ese recurso.
Por ahora, por ejemplo, se tiene que recurrir al tandeo para favorecer a 1.6 millones de personas, en especial en la delegación Iztapalapa.
Por ello se requiere de la perforación de pozos profundos. Este mismo año se pretende perforar dos, con el apoyo de Petróleos Mexicanos.
Se planea también la construcción de 19 potabilizadoras y la rehabilitación de 16 ya existentes.
De manera simultánea se buscará mantener las tarifas por suministro de agua potable, pero que todo usuario pague, y elevar la eficiencia de 74 por ciento a 93 por ciento.
El plan considera la rehabilitación de 6 mil 673 kilómetros de tubería. Un avance en 3 mil 115 kilómetros se tiene programado para 2018.
También se tiene previsto el cambio de tuberías de drenaje en 5 mil 500 kilómetros, en 500 de ellos para 2018, así como la reposición de colectores dañados y redes de atarjeas.
Se pretende además incrementar el reuso de agua en la ciudad de 3.3 a 6.4 metros cúbicos, entre otras medidas que permitan, en síntesis, crear una cultura de cuidado y mejor aprovechamiento del agua potable.
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