jueves, 26 de noviembre de 2015

Familias y negocios, con escasez de agua en la colonia Roma

La falta del líquido se debe a una baja de presión de la red de distribución: autoridades.

CIUDAD DE MÉXICO.
Vecinos, comerciantes y restauranteros de varios puntos de la colonia Roma padecen escasez de agua desde hace varias semanas, por lo que deben abastecerse con pipas de empresas privadas que les cuestan entre mil y mil 200 pesos por cada tanque de diez mil litros.
La falta del líquido en la zona se ha acentuado en los últimos días debido a una baja en la presión de la red de distribución, explicó a Excélsior Ernesto Palacios, titular de la Dirección Territorial Roma-Condesa de la delegación Cuauhtémoc.
Sin embargo, habitantes de la Roma señalaron que la reducción en el abasto de agua se debe al crecimiento de la población de la colonia por los múltiples edificios de departamentos que se han construido en la zona.
Nosotros no podemos dar una versión real hasta que tengamos una mesa de trabajo con el Sistema de Aguas, que tal vez sea la próxima semana”, afirmó Palacios.
Sostuvo que la demarcación ha enviado pipas de agua para llenar las cisternas en las áreas donde se ha registrado falta del líquido, entre ellas, incluso, las calles Juan de la Barrera y Juan Escutia, en la Condesa.
En un recorrido, este diario constató que el desabasto se registra en viviendas y negocios de calles como Tabasco, Coahuila, Chiapas y Mérida, además de la zona sur de las colonias Doctores y Buenos Aires.
En la Escuela Secundaria Diurna número 18,  Soledad Anaya Solórzano, se observa un aviso donde informan que no tienen agua. Así como esta secundaria, las demás escuelas de la zona tampoco cuentan con el suministro del líquido.  

Doña Enriqueta vigila que la cubeta de 20 litros se llene con el delgado hilo de agua que cae de la llave de su local, en la esquina de Colima y Mérida.
Durante los diez minutos que se dialoga con ella, apenas se nota cambio en el nivel de agua de la cubeta. Al lado de la llave hay otros cuatro recipientes en fila que se llenarán en el transcurso del día.
De la toma del local de Enriqueta sale agua porque se encuentra debajo del nivel de la calle. De esa llave se abastecen dos comercios y tres puestos callejeros.
El resto de los locales de Colima sufren tal sequía que deben abastecerse mediante pipas de agua. La mañana de ayer, una descargaba sus diez mil litros en el restaurán y panadería Rosetta.
A unos metros, otra atendía al restaurán El Mesón de la Familia, que, de acuerdo con sus empleados, ocupa hasta dos autotanques diarios.
Una cuadra más adelante, en el Kabuki, explicaron que cada tres días deben comprar dos tanques, que comparten con otro restorán vecino.
En edificios de departamentos como el de Colima 125, el desabasto obliga a comprar agua para llenar la cisterna.
Trabajadores de un establecimiento de la esquina de Tabasco y Orizaba afirmaron que el lunes no hubo agua a lo largo del día.
Si bien los baños del local tienen migitorios secos, el líquido se requiere para otras instalaciones sanitarias y la preparación de alimentos.
ABASTO EMERGENTE. Restaurantes de la zona, como El Mesón de la Familia, utilizan hasta dos pipas de agua al día, cada una con capacidad de diez mil litros del líquido y un costo de entre mil y mil 200 pesos. A veces, comparten el gasto con otros negocios. Foto: Elizabeth Velázquez

“Usamos agua de garrafón. Es caro, pero no tenemos otra opción. Ponemos agua de garrafón para que la gente se lave las manos, con eso lavamos trastes y echamos chorros de agua a los inodoros”, explicó uno de los trabajadores del Lucille.
En ese lugar, uno de los más socorridos por comensales de la colonia los fines de semana, son precisamente los viernes y sábados cuando falta el agua por las tardes.
De acuerdo con el diputado local de Morena, José Alfonso Suárez del Real, vecino de la zona, la escasez se registra también en las calles Coahuila y Chiapas, así como en el Multifamiliar Juárez.
Se solicitó la versión del Sistema de Aguas de la Ciudad de México para explicar la falta de presión en la zona, sin embargo, hasta el cierre de esta edición no había respondido la solicitud.

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