viernes, 25 de enero de 2013

La población de Iztapalapa recibirá el agua del nuevo acuífero desde marzo


Los habitantes del oriente de la Ciudad de México se beneficiarán del yacimiento una vez que el agua sea potabilizada en las plantas locales.


CIUDAD DE MÉXICO (Notimex) — El yacimiento de agua localizado este mes en Iztapalapa, en el oriente de la Ciudad de México, iniciaría su proceso de extracción y distribución en marzo, informó el director del Sistema de Aguas del DF, lo cual beneficiaría a cientos de miles de habitantes del oriente de la Ciudad de México que durante años han sufrido la falta de agua.
Ramón Aguirre Díaz informó que los trabajos para extraer agua de uno de los pozos en los que se localizó un manto acuífero subterráneo ya están en marcha, por lo que en las próximas semanas se realizarán labores de entubamiento y potabilización.
El funcionario local explicó que uno de los primeros pasos será enviarla a una planta potabilizadora. Aseguró que la calidad de agua que se extrae es "bastante buena" y solo presenta contenido ferroso que se elimina fácilmente.
En la presentación de la perforación, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, calificó este hallazgo como de "oro líquido" para una zona de la capital mexicana donde habitan 1.8 millones de personas, cifra que representa más del 20% de la población del Distrito Federal, según el censo federal de 2010.
En tanto, el director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld, anunció que por parte de las autoridades federales realizarán las obras necesarias para determinar la disponibilidad y la calidad del agua subterránea con una inversión de hasta 100 millones de pesos.
Explicó que los dos pozos programados para la extracción de agua subterránea se unirán al que se encuentra en operación en Iztapalapa, y a otro más que en los próximos días el gobierno del Distrito Federal decidirá dónde entrará en operación.
"Con los cuatro pozos funcionando, por consecuencia, vamos a tener cuatro extracciones de agua, no sin antes determinar su calidad. Vamos a hacer los análisis que se requieren para cumplir con la Norma Mexicana de Agua Potable y después buscaríamos potabilizarla", señaló Korenfeld.
La extracción del líquido, que se hace a 1,800 metros de profundidad, no genera hundimientos en la ciudad, explicó, como se ha demostrado con la operación de un pozo que actualmente funciona en la misma delegación Iztapalapa.
En los días pasados, técnicos de la gerencia de Geohidrología de la Conagua, investigadores del Instituto de Geología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), e ingenieros consultores especialistas en la geología participaron en la exploración de nuevos mantos acuíferos.

Hallan reserva de agua para abastecer a México durante años


Fuentes oficiales mexicanas dieron a conocer este lunes que se ha realizado un hallazgo por parte de un equipo de geólogos, de una profunda capa acuífera ‘de proporciones importantes’, como para abastecer durante muchos años a la capital.
Según los investigadores este descubrimiento serviría de reserva ante posibles épocas de sequía. “Es un acuífero profundo de proporciones importantes, pero no están cuantificadas, y lo que sigue es llevar a cabo los estudios necesarios para ver su potencial real de extracción de manera sustentable”, el director del sistema de aguas del Distrito Federal, Ramón Aguirre, para una radio local.
No obstante Aguirre no se atrevió a confirmar si el agua podría abastecer durante muchos años a los mexicanos, según la aseveración de un diario local que señaló el hecho.
“Eso sería especular” sobre “algo que no se tiene claro”, afirmó Aguirre, aunque sí dijo que es un descubrimiento importante ya que podría abastecer a la ciudad en posibles épocas de sequía.
Los científicos aducen que el agua es de ‘bastante calidad’ y fue hallada en la zona de Iztapalapa de la capital federal, a unos 2.000 metros de profundidad. Según EFE.
El director de sistema de aguas, aseguró que hace un año y medio se empezó a explorar el terreno y que aún se tardará de año y medio a tres años en hacer todos los estudios que permitan saber su capacidad de explotación.

miércoles, 23 de enero de 2013

El acceso al agua es contradictorio en México.




Panorama. El 87% de la población tiene agua potable en las áreas rurales, pero el acceso es obstaculizado por los sistemas de distribución. fotogrillo.blogspot.mx 
Cerca de 200 mil localidades en México con menos de 2 mil 500 habitantes hoy no tienen acceso directo al agua, por lo que el líquido sigue siendo un índice de desigualdad social en nuestro país, señaló María Luisa Torregrosa, investigadora de la Red de Agua de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Expresó que paradójicamente donde los niveles de agua potable son mayores –como sucede en los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca–, existe menor cantidad de gente con acceso al recurso.

Para solucionar este problema de abastecimiento, dijo, primero es necesario conocer los indicadores y registros del líquido que ayuden a entender su ciclo hidrológico y social: cuánta agua se consume, cuántos mililitros se inyectan, qué porcentaje está contaminado y de qué forma se distribuye.

“La comunidad científica debemos trabajar en la recopilación y en el monitoreo de información sistemática, confiable y precisa, porque los registros actuales son parciales y difieren entre sí. Debemos proponer qué institución o conjunto de instituciones puede ser la más adecuada para alimentar un sistema único de información hídrica”, comentó.

La también investigadora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) indicó que el acceso al agua es contradictorio en México, porque en donde hay mayor cantidad de población tienen menor precipitación, pero una mayor cobertura de agua potable, en cambio –principalmente en el sur del país–, hay mucha precipitación pero menos población asentada y escasa cobertura de agua potable.

En el caso de las ciudades, explicó, la desigualdad se manifiesta en el pago y en su distribución. “No hay criterios de equidad en la distribución ni tampoco existe un sistema de acceso, de cobertura y de pago equitativo. Hicimos un estudio que nos reveló que conforme más volumen de agua consumía la gente, el metro cúbico valía menos, entonces quienes consumían más, pagaban menos y quienes consumían menos, pagaban la tarifa normal del metro cúbico”, explicó.

A pesar de esta situación, la investigadora resaltó que el pago de agua en las ciudades como el Distrito Federal es muy bajo. “En algunos casos los pagos representan poco, pero valdría la pena verificar si los medidores están descompuestos o si los sistemas tienen más aire que agua”, señaló.

DISTRIBUCIÓN. Aunque las cifra sobre la cobertura de agua potable a nivel nacional indiquen un panorama alentador: 94% de la población citadina cuenta con servicios de agua y el 87% en las áreas rurales, María Luisa Torregrosa indicó que el avance de un acceso universal se ve obstaculizado por los sistemas deficientes de distribución.

Por un lado, señaló, hay zonas rurales que diseñan sus propios sistemas de abastecimiento ante la falta de uno y, por otro, hay urbes en donde la red de tuberías pierde el 40% del líquido que transporta. “En el caso de las ciudades me parece insustentable tener un sistema de abasto con una infraestructura que viene desde Valle Bravo hasta la ciudad, que es caro y que aporta 30% del volumen de agua que se consume en el Distrito Federal, lo cual equivale a un volumen menor del que se pierde en las redes. Es un problema serio subir el agua a miles de metros y después perder un volumen mayor en la distribución”, indicó.

“No debemos pensar que la solución del agua para todo México es la misma, debemos analizar las necesidades de cada población”, comentó la investigadora, y añadió que también es urgente definir una política y una legislación que proteja e incentive este recurso a niveles sustentables, eficientes y técnicamente consolidados.

lunes, 14 de enero de 2013

Contaminada, 80% del agua que reparten pipas


El agua es adquirida para uso habitacional, industrial, hotelero y restaurantero. Foto: El Sol de Puebla
Organización Editorial Mexicana
9 de enero de 2013


PUEBLA, Pue. (OEM-Informex).- El 80 por ciento del agua transportada en pipas a la ciudad de Puebla va contaminada con diferentes microorganismos, principalmente de coliformes fecales, eso se ha vuelto un problema de salud, mencionó el presidente de la APEMA (Asociación Poblana de Empresas de Medio Ambiente), Francisco Muñoz Pérez.

En rueda de prensa dijo que el agua es adquirida para uso habitacional, industrial, hotelero y restaurantero. En ese sentido, pidió que en Puebla se aplique la nueva Ley Estatal de Agua y Saneamiento, aprobada en diciembre de 2012 por el Congreso local, a fin de regular a los piperos. Muñoz Pérez también afirmó que son clandestinos el 50 % de los pozos de agua ubicados en la zona metropolitana y que son los que surten a las pipas, que además de no pagar impuestos a la Comisión Nacional del Agua no están regulados en materia de salud.

De tal manera, se pronunció porque la fusión de la Secretaría de Sustentabilidad Ambiental y Ordenamiento Territorial con la Secretaría de Desarrollo Rural no afecte la aplicación de la nueva Ley Estatal de Agua.

Con la nueva Ley las autoridades estatales tendrán que solicitar informes trimestrales a los dueños de los pozos y a los piperos para verificar la calidad del agua. Asimismo, destacó que ésta establece que las tarifas de agua serán mensuales, no bimestrales, mientras que los permisos de pozos y derechos se deberán cubrir anualmente y no cada trienio como ocurría en el pasado.

Francisco Muñoz aprovechó para solicitar a las autoridades -los tres niveles de gobierno- mayores controles de descargas de aguas residuales, así como la creación de más plantas de tratamiento, porque siguen teniendo un impacto ambiental y daños a la salud.

Cabe señalar, fue en la primera quincena de diciembre pasado cuando el Congreso de Puebla aprobó la nueva Ley de Agua que, entre otras cosas, plantea que los organismos operadores de los servicios de agua potable puedan contratar empresas privadas para que se encarguen de cualquier actividad relacionada con este servicio, como construcción de tuberías y plantas de saneamiento.

De igual manera, faculta al Poder Legislativo definir las tarifas de la prestación de este servicio, cuando anteriormente era la Comisión Estatal del Agua la encargada de establecer las cuotas.

Además, incrementó de dos a ocho las categorías del uso de agua, con el objetivo de otorgar tarifas preferenciales a organizaciones de asistencia social, hospitales, al gobierno estatal y los municipales.

miércoles, 9 de enero de 2013

México requiere remodelación institucional en materia de agua: Conagua


Debe basarse en cuatro ejes: servicios adecuados, abasto suficiente, manejo sustentable y seguridad hídrica

NOTIMEX
México.- México requiere una remodelación institucional en materia de agua donde se reconozca que no solo se deben empatar demanda y disponibilidad, sino también factores sociales y económicos con la corresponsabilidad de los tres niveles de gobierno, afirmó el titular de Conagua, David Korenfeld Federman.

Durante la presentación de los estudios sobre el agua en México elaborados por la OCDE, el titular de Comisión Nacional del Agua (Conagua) especificó que esta remodelación debe basarse en cuatro ejes: servicios adecuados; abasto suficiente para garantizar la producción de alimentos; manejo sustentable, y seguridad hídrica.

Explicó que cada uno de los cuatro ejes busca darle coherencia y ajustar un modelo institucional que ya no responde a la realidad, a las necesidades presentes y futuras.

En ese sentido el primer eje, de servicios de agua adecuados, dijo, debe considerar la política ambiental y el ordenamiento territorial para asegurar fuentes de agua con uso sustentable.

Recordó que en el país existen 653 acuíferos y 731 cuencas que deben ser analizados y debidamente regulados.

Sobre el abasto de agua suficiente para garantizar la alimentación señaló que hay 65 millones de hectáreas de riego y se concesionan 6.8 kilómetros cúbicos del recurso.


Agregó que para un manejo sustentable es indispensable reordenar las cuencas con criterios sociales, económicos y de sustentabilidad, pues hasta ahora se toma en cuenta únicamente el aspecto geográfico.


Respecto a la seguridad hídrica, explicó que la idea es garantizar que el agua no constituya "una amenaza" sino un elemento de progreso y por ello se necesitan revisar 115 presas y cinco mil kilómetros de bordos, además de 80 mil unidades de riego y 39 distritos de riego.


Consideró que el acceso fácil al agua ya se acabó y que será cada vez más difícil contar con el recurso que está en competencia entre los usos habitacional, agropecuario, industrial, turístico y medio ambiental.


De ahí que se necesite un nuevo modelo que también requerirá la participación de legisladores, gobernantes y la sociedad, expresó Korenfeld Federman.

domingo, 6 de enero de 2013

El agua de la desigualdad


El modelo hídrico actual es ecológicamente inviable y humanitariamente insostenible. Los problemas no son de escasez, sino de mala gestión del recurso. Mejorarla es esencial para luchar contra la pobreza

La del agua es la historia de la humanidad, una preocupación constante en el origen del progreso de los pueblos. Las grandes civilizaciones nacieron y se desarrollaron cerca de o en torno al agua. Su carácter holístico, su complejidad, su naturaleza de poliedro platónico: el icosaedro, hace que tenga múltiples puntos de vista. No puede abordarse desde un solo ángulo. Ahora, abrumados por lo que se desmorona a nuestro alrededor, cuando buscamos nuevos paradigmas que nos lleven a recuperar la senda del progreso, perdemos de vista lo que emerge más allá de nuestro entorno cercano. Nos anega una inseguridad convertida en la nueva normalidad que destruye la confianza, perdiendo de vista que lo nuevo trata de abrirse paso. Desde la cuestionada abundancia de nuestro mundo desarrollado, tratamos de resolver el ahora sin pensar en un mañana que sin duda será distinto y olvidamos que hay otros espacios en donde las personas malviven. Ese mañana será imposible si no entendemos el agua, tal como ha ocurrido a lo largo de la historia, como el gran vector / bisectriz orientado hacia un futuro mejor en un plano definido por las coordenadas de bienestar y cooperación.
Naciones Unidas ha declarado 2013 Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua, en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que afectan mayoritariamente al acceso al agua y el saneamiento. En 1948, la Declaración Universal de los Derechos Humanos olvidó incluir el agua como derecho fundamental. Se subsanó apenas hace dos años; pero dista de ser realidad en una gran parte del planeta. Le seguridad opulenta de Occidente, de las llamadas sociedades desarrolladas, está en el origen del olvido. Habituados a su disfrute como un producto más de uso y consumo cotidiano, sabemos lo que cuesta pero ignoramos lo que vale. Sin embargo, el agua tiene un papel articulador en el desarrollo de cada comunidad por su impacto en la calidad de vida. Ahora, quizá más que nunca, ocupa un lugar central en la exploración de respuestas para un mundo en crisis y sujeto a profundos cambios porque implica dinamismo, fluidez, libertad…
Hay demasiado ruido semántico en torno al agua. El discurso dominante, al igual que en otros grandes asuntos promovidos por Naciones Unidas como el hambre o el cambio climático, es habitualmente plano, enfático, repetitivo, burocratizado…, con escaso valor añadido, tintes abstractos y declaración de buenas intenciones, de principios trufados de números. Llega a los ciudadanos de modo más bien difuso, fragmentado, cuando no interesado. Hay que conectar el discurso con la realidad de las personas y debemos saludar que, en esta ocasión, se haya puesto el acento en la cooperación porque implica lealtad, alude a la gestión y el uso de los recursos hídricos entre protagonistas diversos, invita a actuar juntos con el objetivo común de alcanzar beneficios colectivos. Será una oportunidad para debatir, divulgar determinados temas y consensuar prioridades.
Habituados al disfrute cotidiano del agua sabemos lo que cuesta, pero no lo que vale
Hoy, lo que podemos y debemos compartir es el conocimiento. El conocimiento no compartido pierde todo su valor y capacidad dinamizadora de la humanidad. Los más afectados por los problemas son siempre los más desfavorecidos, los más vulnerables, los más pobres. Será una gran ocasión para reflexionar sobre un modelo renovado de colaboración basada en el conocimiento, diferenciada de la solidaridad y la caridad, conceptos ambos de reacción urgente y coyuntural, siempre condenados al olvido. El ciclo del agua y su influencia en el desarrollo de las sociedades no es un fenómeno novedoso, se remonta a las culturas hídricas que están en el origen de las grandes civilizaciones e impulsaron la economía, la cultura, el desarrollo social. El agua sigue siendo un sueño para casi 1.000 millones de personas.
La crisis que nos sobresaltó en 2008 ha distanciado dos polos: la necesidad de compartir y cooperar de la mayoría, frente a la voracidad de atesorar de la minoría. El agua requiere un nuevo enfoque que pasa por poner en el centro de las preocupaciones a las personas, porque es vital para su alimentación y calidad de vida. Motivos más que suficientes para combatir cualquier veleidad especulativa o depredadora. Al contrario, debemos poner el conocimiento atesorado al servicio de la humanidad: aplicar lo que sabemos y aprender, de nuevo, cada vez que aplicamos algo para revertirlo en otros lugares. Esa es la esencia de la cooperación, el trabajo compartido, la búsqueda de objetivos comunes que pasan por el dominio de la tecnología, la innovación, el planeamiento… El agua es una realidad global, pero su problemática concreta es siempre local.
Las personas, el género humano, son el centro de un triángulo cuyos vértices se interrelacionan: agua, energía y alimentos. Las previsiones de crecimiento de la población apuntan a que en apenas unos decenios seremos 9.000 millones de habitantes en el planeta. Los datos y realidades son insoslayables: los objetivos del milenio para 2014 no se van a cumplir, sobre todo en lo que concierne al saneamiento, aunque se ha mejorado sustancialmente el acceso. El crecimiento demográfico y el proceso de concentración urbana que vivimos representa más necesidad de alimentos, más agua para producirlos, más energía para transportarla. Agua y energía han sido realidades inconexas hasta finales del siglo XX. En Occidente no lo valoramos lo suficiente porque tenemos ambas cosas. Sin embargo, es un sueño para casi 1.000 millones de personas. Estas diferencias abismales nos hacen concluir que el modelo hídrico actual no es solo ecológicamente inviable sino también humanitariamente insostenible.
Los objetivos del milenio para 2014 no se van a cumplir en lo relativo al saneamiento
Ese triángulo remite otro formado por el talento, el conocimiento y el compromiso que a su vez implican capacidad de compresión y actitud receptiva ante las necesidades de los demás y las singularidades de cada lugar. Tierra / cultivos y personas / alimentos están expectantes ante una posible mejora. Ello, a su vez, generará innovación, tecnología, eficiencia…, desarrollo en fin. Un objetivo imposible si no prevalece la sensatez, a nivel local y global. La gestión eficiente de los recursos es un componente esencial de la lucha contra la pobreza en el mundo. Perviven visiones enraizadas en el pasado, en la cultura y el sentir de las personas que dificultan sintonizar con una nueva política del agua que responda a esta realidad cambiante y esté alejada de la avidez especulativa. Una nueva perspectiva trasciende la idea de negocio, entendido como mero resultado del manejo del ciclo de captación, tratamiento, distribución, depuración… sin tener en cuenta los desafíos, la forma de hacerles frente, el entorno y hasta la concepción del propio elemento. Debe traducirse en actuaciones concretas en cada lugar, compete a todos los agentes implicados. Estamos obligados a colaborar para dar paso al futuro. Los problemas del agua en el mundo no se deben tanto a la escasez como a una mala gestión del recurso. Es una cuestión de buena gobernanza: en las condiciones actuales, la búsqueda de un futuro de progreso exige más que nunca la colaboración entre los sectores público y privado, una buena orquestación de iniciativas y esfuerzos. De lo contrario, no encontraremos la salida del laberinto. Este ha sido el problema principal de países como España donde se ha confundido especulador con emprendedor, financiación con iniciativa.
Los ciudadanos, sus representantes, las instituciones, el ámbito de la investigación y la tecnología, las empresas, los medios de comunicación… todos, en definitiva, estamos convocados a aunar esfuerzos para construir un discurso comprensible, integrado, movilizador y ajeno a cualquier vacío ético. El cambio que necesitamos, ese nuevo paradigma a que aspiramos, solo será realidad con credibilidad, confiabilidad, institucionalidad. El planeta es un espacio global en donde saber compartir debería formar parte de la realidad cotidiana como esencia profunda del género humano. Son tiempos nuevos, en los que el bienestar, el progreso y la calidad de vida solo podrán abrirse camino compartiendo talento, tecnología y conocimiento para dejar de ser náufragos a la deriva, producto de una crisis cósmica.
Ángel Simón es presidente ejecutivo de Agbar y presidente de Aqualogy

Reforestación y protección del agua en México


Reforestación y protección del agua en México

En la provincia de Chiapas, México, el cambio climático es una realidad amarga. Las sequías están durando más tiempo, y las estaciones de lluvias son cada vez más cortas. Pero cuando las lluvias llegan, pueden ser tan intensas ​​que causan inundaciones o deslizamientos de tierra que sepultan aldeas enteras. La gente de la zona tiene que protegerse. Como los agricultores, ellos también tienen que adaptarse al cambio climático. La organización The Nature Conservancy está activo en el área para la promoción de medidas a largo plazo. 

miércoles, 2 de enero de 2013

México: La palabra del agua

por Leonardo Cordeiro

Domingo, 30 de Diciembre de 2012 00:35

En Xochistlahuaca esa lucha es la lucha de Radio Ñomndaa. Si hoy ella transmite una señal crítica, en amuzgo y español, desde lo alto de un pequeño cerro en medio de la comunidad y convoca a todos a unirse por el río
Fotos: Luiza Mandetta
Sentadas en la orilla del río San Pedro se encuentran más de noventa personas que escuchan, junto con los gritos de los niños que brincan en el torrente cristalino y helado, denuncias sobre la degradación inminente de esas aguas tan importantes para la comunidad. Estamos en el municipio de Xochistlahuaca o Suljaa’ (en amuzgo), en el mexicano estado de Guerrero. En la pequeña y bella playa de este valle enclavado entre las montañas que más adelante se transforman en una gran sierra, están  estudiantes, algunas organizaciones y movimientos urbanos provenientes de la Ciudad de México, miembros de la Policía Comunitaria (que nada tienen que ver con el gobierno), agencias de comunicación autónomas, varios extranjeros (una colombiana, una salvadoreña, italianos de una radio libre, franceses, brasileños…) y gente venida de Xochistlahuaca y de otras comunidades alrededor.
Acompañamos una mesa de discusión sobre la amenaza gestada sobre el río San Pedro, se habla español y amuzgo -lengua tradicional del pueblo originario de esa localidad no muy distante de Acapulco. Es el aniversario de la radio comunitaria y libre –ocho años de duras penas y mucha lucha contra la degradación de los recursos naturales de la comunidad  y por la preservación de su cultura, de sus tradiciones, representadas por la lengua y por la música. El nombre de la radio, Ñomndaa, quiere decir en amuzgo, “la palabra del agua”.
El agua ha generado diversos conflictos entre poblaciones locales y el gobierno, aliado de grandes empresas, por todo México y en otras partes de América Latina. Cierto día, tuberías y máquinas gigantescas comenzaron a llegar a las tierras amuzgas del municipio de Tlacoachis, separado de Xochistlahuaca por el río San Pedro. Fue así como la llegada de las obras de drenaje y construcción de cañerías generaron en las comunidades de la región las percepción de que el agua ya fue negociada, que se hizo el acuerdo con un pueblo de otra etnia, río arriba, para el desvío de lo que puede representar la mitad del flujo actual.
Fotografía de Luiza Mandetta
Como retribución por estas acciones, el gobierno del estado ofreció algunos beneficios y obras a ciertas comunidades de las montañas en done nace el río a lo lejos de las tierras amuzgas. La principal oferta es la transformación en municipio del poblado de San Pedro, atravesado por el principal afluente del río en el cual será implementado el drenaje. Según lo cuentan los miembros de la radio, aquí la historia se repite: el poblado que hoy efectuó el acuerdo con el gobierno, por medio de supuestos representantes legales, es un histórico “centro de sumisión”, un centro del “caciquismo” regional que es emisario privilegiado de los intereses de las ciudades más ricas.
Hace algunos siglos, las autoridades oficiales ya le reconocían a aquella población una cantidad desproporcional de tierras, en las que vivían también otras comunidades, ignoradas por el gobierno. Años después, durante la revolución mexicana, la misma localidad cooperó con el ejército en la represión de la sublevación del poblado vecino de Rancho Viejo –el cual, irónicamente, cumple hace algún tiempo todos los requisitos para transformarse en municipio y es ignorado por el gobierno estatal.
Una señora de la comunidad nos dice que “el gobierno tiene dos caras”: detrás de los beneficios  que ofrece está su verdadera cara, que tiene por objetivo despojar al pueblo de sus más importantes y sagrados recursos naturales. Aquellos que firmaron el acuerdo, como explican los integrantes de la radio, negociaron lo innegociable: sus propias necesidades. Venderán el agua a cambo de lo que ya poseen por derecho, a cambio de promesas de salud, de educación.
Varios kilómetros de tuberías ya están construidos pero poco se sabe sobre el destino de esa agua. Hay muy poca información y no hay consultas al conjunto de comunidades que serán afectadas. Tres de los afluentes del río San Pedro, incluyendo el que pasa por Xochistlahuaca, ya están degradados por otros empresarios y mineras.
“Los camarones y los peces ya no existen en las mismas cantidades”, cuenta otro señor. Todas las comunidades amuzgas de la región tienen un vínculo tradicional muy fuerte con el río y muchas dependen económicamente de él. Representa la vida y sustentó a las generaciones pasadas –en las palabras de otra señora, el río es “la evidencia de los antepasados”. Como el drenaje del principal afluente,  las aguas ya contaminadas se volvieron su principal fuente de destrucción.
Como cuenta, en la orilla de un río que todavía corre caudaloso y cristalino, un estudiante de la capital, la experiencia de otros pueblos que vivieron la misma situación, muestra que, en cerca de diez años, el drenaje del río lleva la contaminación de los mantos freáticos y, en algo como dos décadas, puede trazar la escasez del agua de la región. Esa situación no es rara en México, donde el desgaste de manantiales comenzó con Porfirio Díaz a principios del siglo XX. Emblemático es el caso de Xochimilco, región agricultora a base de canales acuáticos cuya agua fue en gran parte desviada para abastecer la monstruosa capital del país, la cual ahora busca agua más lejos, en otros estados del país.
Después de una larga plática  -en amuzgo- entre habitantes de Xochistlahuaca y de las otras comunidades vecinas, surgen algunas propuestas que se complementan por los demás asistentes. Se planea un foro sobre la defensa del río San Pedro, con la invitación formal a más comunidades, para que se pueda entonces, formar un comité. La división –no sólo entre las varias comunidades, sino en al interior de cada una de ellas- es un arma importante del gobierno contra la movilización, aunque aquí se vislumbra la posibilidad de vencerla.
La lucha por el río es una lucha por la vida, una lucha para mantener vivo al pueblo amuzgo, su cultura, sus tradiciones, su lengua. En Xochistlahuaca esa lucha es la lucha de Radio Ñomndaa. Si hoy ella transmite una señal crítica, en amuzgo y español, desde lo alto de un pequeño cerro en medio de la comunidad y convoca a todos a unirse por el río, es porque consiguió superar las sucesivas envestidas de la Policía Federal, de los caciques y grandes propietarios de la región. Es preciso continuar difundiendo esa palabra rebelde, libre y verdadera de denuncia: la palabra del agua.

En México existe una crisis de agua: UNAM


MORELIA, Mich., 29 de diciembre de 2012.- En México existe una crisis del agua debido a la contaminación por desechos domésticos, agrícolas e industriales, así como por la sobrexplotación de los acuíferos y aguas profundas.
Enrique Leff, académico de la UNAM señaló que “la crisis del agua se debe también a una crisis del sistema benefactor y paternalista, por lo que el reto, será cómo la ciudadanía, junto con los gobiernos, "cogestionará" el acceso al líquido.
Ante tal escenario y con el objetivo de reunir a los distintos sectores sociales, académicos, organizaciones no gubernamentales,  dependencias de gobierno y ciudadanía para generar aportes y propuestas tanto ciudadanas como de especialistas  en distintos temas para la Ley General de Aguas en México, que reglamente el artículo cuarto de la Constitución que fue reformado en febrero de este año para establecer el Derecho Humano al Agua y Saneamiento se realizó la reunión “Ciudadanos y Sustentabilidad de Agua en México”,  con la participación de 31 instituciones organizadoras
En este encuentro, Nathalie Seguín, coordinadora la Red de Acción por el Agua en México, subrayó que esta es una importante oportunidad que se le presenta a las organizaciones no gubernamentales y a los miembros de la academia, para generar propuestas a través de una iniciativa ciudadana al poder legislativo.
Reconociendo que para la implementación progresiva del derecho humano al agua y saneamiento, se reconoce que el acceso presente y futuro depende de la gestión planificada y sustentable de las cuencas. Seguín subrayó que se necesita asumir como prioridad nacional lograr una reorientación del modelo de gestión hídrica actual hacia un modelo donde se garantice que los asentamientos humanos tengan acceso a agua de calidad, asegurando a su vez la soberanía alimentaria, y poniendo fin a la contaminación de cuerpos de agua y la destrucción de los servicios ambientales de las cuencas.
Por su parte, Leonor Solís del Centro de Investigaciones en Ecosistemas (CIECco) Campus Morelia, una de las coordinadoras de la mesa de Cultura y Educación para la Gestión del Agua en México, subrayó que es necesario que este esfuerzo de colaboración cuente con canales de difusión, divulgación, educación y participación ciudadana, que permita la construcción de nuevas capacidades cuenca por cuenca, localidad por localidad. Esto requiere la construcción de una Cultura del Agua a nivel nacional y  la participación de todos,  porque de alguna manera todos estamos involucrados en el cuidado, la conciencia y la responsabilidad individual y colectiva de realizar acciones encaminadas para proteger el agua de la cual depende nuestra vida y la vida del planeta, buscando disminuir y evitar la crisis hídrica y alimentaria que se avecina.
La reunión tuvo 10 mesas temáticas, cada una de ellas realizó propuestas para la Ley de Aguas, el Plan Hídrico Nacional  así como propuestas de investigación que serán entregadas antes del 3 de febrero próximo que vence el plazo de revisión de marcos legales , realizar modificaciones y estrategias para la implementación y cumplimiento del Derecho Humano al Agua y Saneamiento en el país.
En febrero del 2011, México modificó el artículo cuarto de la constitución, tras  las resoluciones ocurridas en el Consejo de las Naciones Unidas de los Derechos Humanos.
A la constitución se le añadió un nuevo párrafo: “Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El estado garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos estableciendo la participación de la Federación, entidades federativas y los municipios así  como la participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines”. Esto significa la inclusión del Derecho Humano al agua en la Carta Magna