BRUSELAS, 28 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea ha asegura en un informe que menos de la mitad de los proyectos de ayuda al desarrollo de la UE dirigidos a mejorar el acceso al agua segura y a los servicios sanitarios en los países del África subsahariana benefician de manera "satisfactoria" a la población local.
"Menos de la mitad de los proyectos examinados cumplen las necesidades de los beneficiarios de manera satisfactoria", lamenta el Tribunal de Cuentas de la UE en su informe, presentado este viernes.
El Tribunal de Cuentas ha examinado un total de 23 proyectos apoyados por la UE en seis países del África subsahariana --Angola, Benín, Burkina Faso, Ghana, Nigeria y Tanzania-- a los que la UE aportó el 49% de los más de 400 millones de euros que costaban los distintos contratos.
En ocho proyectos analizados, el tribunal ha constatado "problemas generalizados de facturación y recaudación" como en el caso del proyecto de abastecimiento de agua y saneamiento de las zonas suburbanas de Luanda, la capital angoleña, el servicio público de agua del país sólo facturó el 46,5% del agua producida (unos 31,1 millones de euros) y sólo la mitad de la recogida (15,4 millones).
"En la mayoría de los proyectos, dejarán de obtenerse resultados y beneficios a medio plazo si no se garantizan ingresos no tarifarios o debido a las insuficiencias institucionales" para gestionar los equipos de saneamiento de agua y de servicios sanitarios básicos suministrados gracias a la ayuda europea, lamenta la institución fiscalizadora en el documento.
DEFICIENCIAS DETECTADAS
El Tribunal de Cuentas también lamenta que en once proyectos analizados, el análisis económico y financiero estaba "insuficientemente desarrollado", mientras que ocho proyectos "carecían de objetivos claramente definidos" y otros diez "no contaban con indicadores, valores de referencia o metas claramente definidos".
En 10 de 18 proyectos sobre los que el Tribunal de Cuentas tenía información disponible sobre los equipos de suministro de agua instalados, constató que éstos "se mantenían limpios y en buen estado, y funcionaban", mientras que en siete de los proyectos analizados "presentaban deficiencias menores" y "en uno de ellos se observaron deficiencias graves".
En los diez proyectos con ayuda para saneamiento del agua sobre los que había información, la mitad se llevaron a cabo "satisfactoriamente", "dos de ellos tenían instalaciones construidas que no funcionaban o no se hallaban en buenas condiciones de funcionamiento" y en otros tres casos "presentaban deficiencias mayores". Salvo en dos casos, el Tribunal de Cuentas ha constatado que "las autoridades encargadas de gestionar las instalaciones no efectuaron controles periódicos para garantizar que la calidad del agua se ajustara a las normas mínimas exigidas para consumo humano".
El autor del informe, David Bostock, ha reconocido durante su presentación que "el apoyo de la UE ha hecho una contribución valiosa" para mejorar el acceso al agua potable segura y a servicios sanitarios básicos en los países del África subsahariana. "Pero la auditoría ha revelado problemas en un número considerable de proyectos examinados", ha confirmado.
EXIGE MÁS ESFUERZOS A LA COMISIÓN
El Tribunal de Cuentas critica que la Comisión Europea "está haciendo menos de lo que debería para maximizar" los beneficios perseguidos a través de los proyectos para garantizar su sostenibilidad a largo plazo, ha explicado Bostock.
"La Comisión debería aplicar los procedimientos existentes de gestión de forma más rigurosa y prestar más atención para ver si y cómo se puede esperar que los proyectos tengan acceso a la financiación que necesitan para garantizar que pueden seguir mejorando la vida y salud de las personas en los países beneficiarios", ha precisado.
En su informe, el organismo que fiscaliza el presupuesto europeo cree que "la Comisión no hizo un buen uso de estos procedimientos en los proyectos examinados para incrementar las probabilidades de que aportaran beneficios duraderos" y le insta a utilizar "mejor sus actuales procedimientos para sacar el máximo partido del gasto en desarrollo de la UE en este ámbito".
El órgano de cuentas también insta al Ejecutivo comunitario ha definir "objetivos explícitos" para los proyectos e "indicadores de progreso objetivos y verificables", así como ha hacer "un análisis económico y financiero suficiente para permitir la fácil identificación de las fuentes de financiación de los proyectos previstas para el futuro" e indique importes estimados. También le pide que antes de aprobar los proyectos que se benefician de ayudas al desarrollo europeas determine si es probable que se cumplan las condiciones necesarias para que tengan éxito.
La UE ha aportado 1.010 millones de euros de fondos comunitarios entre 2001 y 2010 para apoyar proyectos de agua y saneamiento en los países del África subsahariana, aunque cree que el Tribunal de Cuentas europeo cree que la cifra probablemente sea "mayor" porque también apoyan proyectos de este tipo con fondos comunitarios para apoyar su desarrollo agrícola y rural, así como ayudas medioambientales, en el ámbito de la educación o de la sanidad.
El Tribunal de Cuentas lamenta sin embargo que los objetivo de Desarrollo del Milenio de la ONU para mejorar el acceso al agua y saneamiento "distan mucho de alcanzarse" en la región del África subsahariana. El 39% de la población no tenía acceso a una fuente de agua potable mejorada, mientras que el 70% carecía de una instalación mejorada de saneamiento. Los objetivos perseguir reducir estas cifras al 25% y 36% de la población respectivamente.
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