Un verano sin tragedias en el agua
Evite estos errores comunes que pueden dar pie al ahogamiento de menores en piscinas, lagos y playas.
POR: PATRICIA PRIETO
nque la cantidad de ahogamientos mortales de niños en piscinas ha disminuido en un 11% en todo el país desde 2010, según la Comisión de Seguridad de Productos del Consumidor de Estados Unidos (CPSC), estos incidentes continúan siendo la principal causa de muerte no intencional en los menores de 1 a 4 años de edad; y la segunda causa de la pérdida de la vida entre niños de 5 a 14 años.
Y con la llegada del verano, que es sinónimo de agua, la Asociación Nacional de Natación (USSSA) y demás autoridades instan a los padres a no cometer los errores que conllevan a los ahogamientos y recomiendan poner en práctica las recomendaciones preventivas.
“Cada verano, el número de incidentes que involucran a niños por ahogamiento se dispara a medida que más familias pasan los meses más cálidos en las piscinas o un lago cercano”, dice Sue Marckie, directora ejecutiva de la USSSA. “En 2015, entreMemorial Day y Labor Day, 209 niños se ahogaron en piscinas y otros 76 en lagos, y estos son tan sólo los incidentes que fueron reportados por los medios locales”.
Los errores
De acuerdo con Marckie, estos son algunos de los errores que los padres cometen y que pueden dar lugar a un incidente de ahogamiento:
1. Permitir que los niños pequeños usen flotadores en forma de dona y de brazos cuando están en la piscina, a sabiendas de que los flotadores en forma de chaleco son los diseñados para salvar a un menor del ahogamiento. “El flotador de chaleco es el que siempre debe usar un menor cuando se está bañando en piscinas, y en especial en las aguas abiertas de lagos o el mar”, remarca Marckie. “Los flotadores de brazos y en forma de dona dan una seguridad falsa ya que pueden deslizarse con facilidad del cuerpo de los niños”.
2. Permitir que el bebé o infante que está aprendiendo a nadar ingrese a la piscina sin un pañal de natación y sin pasar primero por el rutinario proceso de aplicarse protector solar, ponerse el traje de baño y el flotador en forma de chaleco. “Esta rutina de preparación le enseñará al menor que el uso de la piscina no se da simplemente de un saltó en cualquier momento. Esta toma de conciencia ayuda a reducir las posibilidades de que tengan la tentación de meterse a la piscina por ellos solos (sin aviso ni supervisión)”, denota Marckie.
3. Permitir que el menor ingrese a la piscina cuando él decide y no tras la indicación de los padres. “Establecer una indicación verbal (expresada por un adulto y de manera consistente) para que el niño ingrese a la piscina crea una barrera adicional que previene los ahogamientos, ya que él o ella aprenderá que el ingreso a la piscina requiere del permiso de parte de sus padres o del adulto que los está supervisando”.
4. Ponerle gafas protectoras del agua (goggles). Este accesorio se debe evitar cuando están chicos, ya que tienen que acostumbrarse a abrir los ojos bajo el agua para encontrar las escaleras que le dan una salida segura de la piscina.
5. Asustarlo o trasmitirle miedo o sentimiento de incomodidad cuando éste tiene por completo sumergido por completo su rostro y cabeza dentro del agua. Al contrario, dice Marckie. “A los pequeñitos hay enseñarles a meter toda su cara en el agua ya hacer burbujas cuando se están bañando en las tinas, de esta manera aprenderán a sentirse cómodos y retener la respiración cuando están sumergidos en el agua de la piscina.
La prevención primero
Aunque existen varias teorías sobre cuál es la mejor edad para enseñarle a los niños pequeños a nadar, la USSSA aconseja que tomen clases de natación lo más temprano posible, particularmente si se tiene piscina en casa o la familia acostumbra pasar vacaciones en aéreas rodeadas de piscinas, playas, ríos o lagos.
También recomienda que los padres tomen un curso de resucitación cardiopulmonar (CPR, en inglés) y primeros auxilios, y se eduquen sobre las medidas de seguridad y precaución que previenen el ahogamiento.
Medidas de seguridad
El Departamento de Parques y Recreación del Condado de Los Ángeles expone algunas de las normas de seguridad que deben seguirse al pie de la letra y con consistencia:
- Acostumbrar al niño a pedir siempre permiso a un adulto (responsable de su cuidado, de no estar los padres) antes de entrar a una piscina.
- De estar en una piscina pública, acostumbrarlo a que pida siempre permiso al salvavidas.
- Acostumbrarlo a ingresar a la piscina acompañado de otras personas y nunca nadar a solas.
- Enseñarle que no debe correr alrededor de la piscina ni empujar a quienes están en su borde para que caigan dentro del agua.
- Enseñarles que deben asegurarse de que no hayan objetos ni personas en su camino de nado y nunca pasar el límite de la profundidad que se le ha asignado de acuerdo con su habilidad para el nado.
- Nunca confiarse en los flotadores para los brazos o en forma de dona. Si el menor no sabe cómo florar o nadar, siempre debe estar sostenido de las manos de sus padres o el adulto que lo cuida mientras éste está dentro del agua.
- NO quitarle los ojos de encima ni un instante. Cuando los padres están con los niños en las piscinas deben supervisarlos a cada segundo. NO pueden estar leyendo, durmiendo o escuchando música con auriculares.
- NUNCA dejar que jueguen cerca de los desagües o accesorios de succión de la piscina. Muchos menores han perdido la vida ahogados al quedar su cabello atrapado en estos.
Fuente:http://www.laopinion.com
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